Aunque una parte de estos residuos se reutiliza y recicla (por ejemplo, el hormigón y los ladrillos viejos se convierten en grava), un porcentaje significativo acaba en el vertedero.
Para que el sector de la construcción sea más respetuoso con el medio ambiente, es importante hacer todo lo posible por reducir la cantidad de residuos generados. Para lograrlo, hay que seguir una serie de estrategias. Siga estos consejos de Transferdez:
Pedidos
A la hora de pedir materiales, es normal excederse un poco para evitar errores y asegurarse de que no se agotan. Sin embargo, cuanto más se acerque lo que se pide a lo que realmente se va a utilizar, menos se desperdiciará (¡y más dinero se ahorrará!).
Contratar a un buen aparejador te permitirá hacer una estimación lo más precisa posible de los materiales que necesitas, y poner en marcha buenos procesos de registro de las mermas animará a tus trabajadores a reducir al mínimo el desperdicio de materiales.
Reutilización de materiales
Muchos materiales que pueden reutilizarse fácilmente acaban en los contenedores simplemente porque es más fácil. Establecer una buena relación con un centro de recuperación puede darle una mejor idea de lo que merece la pena guardar y puede generarle algo de dinero extra.
Al renovar edificios antiguos, merece la pena considerar detenidamente qué parte del edificio puede conservarse, ya que cuanto más se conserve, menos residuos habrá.
Reciclaje
Según algunas estimaciones, alrededor del 85% de los residuos de la construcción del Reino Unido pueden reciclarse. Por lo tanto, una de las formas más importantes de reducir los residuos es reciclar todo lo que se pueda.
Aunque esto puede llevar algo más de tiempo, es un paso vital para reducir la huella de carbono de su empresa, algo de lo que muchos clientes son cada vez más conscientes.
Elija los materiales con cuidado
Reducir la cantidad de residuos generados en la construcción no consiste sólo en reducir la cantidad que va a parar al vertedero ahora, sino también la cantidad que acabará desperdiciándose en el futuro.
Lo más responsable es asegurarse de utilizar materiales que tengan una larga vida útil y que puedan reciclarse fácilmente cuando sea necesario sustituirlos o cuando se derribe el edificio en cuestión.