En nuestro planeta distinguimos entre dos vías distintas para llevar a cabo el reciclaje de materiales. Se trata de la recolección selectiva y de la recolección global. A continuación trataremos en profundidad cada uno de estos métodos y como resulta llevarlos a cabo en las chatarrerías durante los procedimientos de reciclaje y recuperación.
La recolección selectiva tiene que ver con la acción social, es decir aquella que es realizada por los ciudadanos y a través de la cual los residuos son clasificados en los contenedores de reciclaje que se encuentran en la ciudad y que están destinados a su recogida y posterior tratamiento.
Así, se recuperan los residuos que se desechan en los hogares y se recogen en por los servicios municipales en función de su naturaleza, ayudando a disminuir la mezcla de residuos y favoreciendo el aumento de calidad de los mismos.
La recolección selectiva global
La recolección selectiva no se asemeja al procedimiento que se lleva a cabo en los centros de tratamiento y recuperación de residuos, pues éstos se centran más en el reciclaje de metales y en la recuperación de materiales como el cobre, el aluminio, el hierro, etc.
Por otro lado, la recolección global está más enfocada a la recuperación de los residuos industriales procedentes de la minería o la metalurgia, pues deben ser empleados en los procesos de reciclaje de chatarra.
Por este motivo, la recolección global es la que se emplea en mayor medida en las chatarrerías, pudiendo clasificar el método de reciclaje en dos tipos, el directo y el indirecto. A continuación explicaremos brevemente cada uno de estos métodos de reciclaje.
El reciclaje directo se refiere a aquel en el que el residuo puede ser reutilizado nuevamente tras su recuperación, sin necesidad de un previo tratamiento. Por el contrario, el método de reciclaje indirecto se refiere a aquel en el que el residuo precisa de un previo proceso de tratamiento y transformación, que lo convertirán de nuevo en materia prima.
De esta forma, concretamos que el principal método de reciclaje llevado a cabo en las chatarrerías es el reciclaje indirecto ya que gran parte de la chatarra recibida en las instalaciones de estos centros ha de ser previamente clasificada, tratada y gestionada en función del tamaño o del tipo de aleación que se pretenda conseguir finalmente.