3 maneras de dejar de temer al dentista

Si te pones nervioso con solo pensar en ir al dentista, no te preocupes, no eres el único. Sea cual sea el motivo, nuestros dentistas se encargarán de cuidar tu salud dental tranquilizándote por completo.

Recuerde que cuanto más posponga la visita al dentista, mayor será el riesgo de desarrollar problemas dentales que dificultarán la preparación para futuras visitas al dentista. Aunque sea difícil de conseguir, acudir al dentista con regularidad puede facilitar las citas futuras al crear una rutina positiva y una relación médico-paciente que irá ganando confianza.

La Clínica dental Urbina nos trae este artículo reciente comentaba algunas estrategias sencillas que todos los pacientes pueden probar antes y durante su próxima cita con el dentista para aliviar la ansiedad y prepararse para sonreír, veámoslas juntos:

Habla, no te lo guardes.

Cualquiera que tenga ansiedad sabe que compartir sus sentimientos marca la diferencia: hable también de su ansiedad con el dentista. Cuando reserves una cita, informa a la recepcionista de que tienes ansiedad. Recuérdale al dentista y al personal dental tu ansiedad cuando llegues. Comparta cualquier experiencia negativa que haya tenido en el pasado y pida sugerencias.

No tenga miedo de hacer preguntas. A veces, saber lo que va a ocurrir alivia el miedo a lo desconocido.

Pídale al dentista que elija y comparta señales para entenderle sin hablar, como levantar la mano.

¿Sientes dolor? Házselo saber al dentista. Algunos pacientes se avergüenzan de su tolerancia al dolor o no quieren interrumpir al dentista durante un procedimiento. Hable con el dentista sobre el dolor antes de que empiece para que sepa cómo comunicarse con usted y hacer que la sesión sea más cómoda.

Distráete: ¡piensa en positivo!

Si estás nervioso, no sigas pensando y repensando en tu cita con el dentista: ¡distraete!

Incluso durante la cita puedes, por ejemplo, ponerte auriculares si te molesta el sonido del taladro. Escucha tu música favorita o un audiolibro. También puedes ocupar tus manos apretando una pelota antiestrés o jugando con un objeto pequeño. Imagina tu lugar feliz y visualízate en una playa o en un jardín relajante.

Utilice técnicas de Mindfullness

Prueba a hacer ejercicios de respiración profunda para relajar la tensión muscular. Cuente sus respiraciones. Inhala lentamente y luego exhala contando el mismo número de veces. Hazlo cinco veces mientras esperas la cita o durante los descansos en el dentista.

Realiza una exploración corporal

Concéntrate en relajar los músculos, una parte del cuerpo cada vez. Empieza por la cabeza y ve bajando hasta los dedos de los pies. Por ejemplo, puedes concentrarte en liberar la tensión empezando por la frente, luego las mejillas, el cuello y bajando por el resto del cuerpo.

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