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Ha llegado el momento de cambiar de casa y no estamos preparados para afrontar la mudanza.
Eslalonear entre polvo y cajas, espacios que reinventar, imprevistos de todo tipo… no es casualidad que la mudanza sea una de las primeras causas de estrés vital.
Pero el cansancio y las complicaciones pueden multiplicarse cuando nos tomamos la operación a la ligera.
Hay dos caminos: contratar a profesionales o planificar y organizar una mudanza «hágalo usted mismo» hasta el último detalle.
Mudarse con una empresa especializada
Recurrir a profesionales es la solución más fácil, pero también la más costosa. En estos casos, la empresa de mudanzas suele realizar una inspección y evaluar qué objetos hay que trasladar y, por tanto, el tipo de embalaje necesario para encerrarlos, así como una estimación del tiempo y la mano de obra necesarios.
Consejo: contacte con más de una empresa para comparar distintos presupuestos y encontrar la mejor relación calidad-precio. Te presentamos estos consejos de Mudanzas Lozano Sevilla:
Una mudanza sin estrés: 5 consejos para organizarse mejor
Establezca un calendario
Un poco de espíritu organizativo le ayudará a gestionar su mudanza con un mínimo de alboroto, por lo que el consejo es empezar con suficiente antelación.
Con al menos un mes de antelación, empiece a pensar en todo lo que hay que hacer, calcule el tiempo que tardará en empaquetarlo todo y no olvide ponerse en contacto con las compañías eléctricas para informarles de la mudanza y seguir con tiempo los trámites para hacerse cargo o volver a conectarse. Notifique el cambio de domicilio al Registro Civil antes de la fecha de la mudanza.
Obtener los elementos de embalaje
Entre las primeras cosas que hay que conseguir están las fatídicas cajas de cartón. Mejor si tienen asas recortadas en los laterales para poder levantarlas con facilidad. Dimensiona su tamaño en función del número de cosas que quieras meter en ellas.
Cuidado: los vasos son los primeros que se rompen, así que hazte con cartón alveolado y envuélvelos en unas cuantas capas de papel de cocina o toallas. La cinta de embalar te será útil para sellar las cajas, mientras que el plástico de burbujas te servirá para embalar muebles, cachivaches y todos aquellos objetos que puedan romperse si se caen.
Haz un inventario
Lo que tendrás que llevar tendrá diferentes tamaños y consistencias, así como diferentes ubicaciones. Divide los objetos según las habitaciones que vayan a ocupar. En las cajas, con un rotulador, escriba el nombre de la zona de la casa donde se guardarán (salón, dormitorio, cocina, etc.); si quiere ser aún más preciso, anote el contenido de la caja y especifique siempre los objetos frágiles. Es aconsejable empezar por las zonas menos habitadas de la casa, normalmente la terraza y el lavadero. Una buena selección de lo que no debe llevarse al nuevo hogar facilitará sin duda la mudanza.
Deje a mano los objetos de primer uso
Mientras todo está empaquetado, piense en la ropa y la higiene. Es un poco como irse de viaje, así que prepare unas maletas grandes para cambiarse de ropa y empaquete también accesorios útiles para el baño (cepillo de dientes, pasta dentífrica, jabón, etc.), así como ropa de cama para la cama.
Involucre a sus amigos
Organizar una mudanza también puede ser divertido si puede implicar a familiares y amigos en el embalaje y posterior desembalaje en el nuevo hogar. De este modo, podrá compartir el recuerdo de este momento tan importante de su vida con las personas más cercanas y vivirlo con menos estrés y algunas sonrisas de más.